viernes, 22 de julio de 2011

El marinero vicioso


La oscuridad de la noche abraza amorosamente la ciudad Condal. Los rayos de la luna iluminan la belleza de tu cuerpo, con pasos silenciosos caminas por la calle Carabassa con tu cámara fotográfica colgada del cuello, rompiendo las estrellas que se reflejan en los charquitos de agua que hay entre los adoquines de la medieval calle barcelonesa.
 
Debajo de uno de los puentecitos de la calle me has visto a mí, apoyado en la vieja pared con el gorro blanco de marinero, la camiseta de rayas azules y blancas ajustada a mis pectorales. Mis manos metidas en los bolsillo de este pantalón blanco, que oprime el bulto de mi polla que va creciendo por momentos al verte acercarte. El chaquetón azul me resguarda de la brisa que sube del puerto donde está anclada la fragata de guerra de la cual esta noche me he escapado buscando sexo anónimo. Cuando te he visto con este cuerpo esbelto escupiendo sensualidad a tu paso, he sabido que eras tú. Tú eres el anónimo que esta noche estrellada saciará mi lujuria sexual.... La complicidad de la oscuridad te ara mi esclavo sexual. Por eso, al pasar delante mio, te paras, es el destino. Tienes miedo, pero ya no hay vuelta atrás... tus ojos buscan los míos... Tu boca quiere ser devorada por la mía.... tu cuerpo tiembla como una hoja en invierno por la excitación...

Mis brazos fuertes de marinero te abrazan para llevarte contra mi pecho. Los latidos de nuestros corazones resuenan en el silencio de la noche a la vez que mis curtidas manos cogen tu cabeza para que mi lengua entre altaneramente en tu boca sin pedir permiso... Nuestra saliva comienza a desbordarse de la comisura de nuestros labios, al juguetear nuestras lenguas en nuestras bocas, que siguen pegadas una con la otra. Los rayos de la luna iluminan nuestras siluetas anónimas, abrazadas contra la pared medieval... Nuestras pollas, están tan duras y calientes que nos producen dolor. Por eso cogiéndote por los cabellos, te hago poner de rodillas mientras con la otra mano me desabrocho los botones plateados de mi bragueta para sacarme mi viril miembro que tu vas tragándote poco a poco... Sientes la calentura de mi polla endurecida dentro de tu boca y empiezas a chuparla sumisamente de rodillas, toda mi polla dentro de tu húmeda boca.... Mi capullo está rojizo, excitado.... Entra y sale de tu boca cada vez más rápido, mientras tu saliva se va desbordando  por tus labios viciosos... De golpe, te pongo de pie, y te tiro contra la pared, a la vez que te bajo los pantalones bruscamente, rompiéndote en ello los calzoncillos para meterte sin ninguna compasión mi polla dentro de tu culo caliente.... Vomitas un grito de dolor al viento cuando empiezo a cabalgar dentro tuyo, al rato, el dolor de la envestida de mi polla va remitiendo y empiezas a gemir de placer... Un marinero anónimo te está follando en una calle medieval con la única luz de los rayos de la luna que se deslizan por los viejos edificios. Tu polla lubricada nunca había estado tan tremendamente dura al notar como mi polla explota dentro de tus entrañas, llenándote de una leche caliente y espesa. Tu polla no puede más y también explota dejando la pared contra la que estás llena de semen que va deslizándose hacia el suelo.

El marinero, se pone la polla dentro de los pantalones, abrochándose los plateados botones lentamente y desaparece tragado por la oscuridad de la noche. Mi cuerpo está exhausto, lleno de gotas de sudor que juguetonamente bajan por mi espalda.... Mis ojos buscan el marinero... El corazón sigue latiendo aceleradamente... Mañana volveré a pasar por la misma calle, a la misma hora... En un charquito de agua juegan un grupito de estrellas... En la boca estará prisionero para siempre el sabor de los besos de mi marinero...
 
Cuando el alba rompe el nuevo día, una fragata de guerra rompe las olas del mar...

Jaume Serra i Viaplana.

Fotografía : Andrés Mauri
www.darkphotomagazine.blogspot.com
Modelo: Jaume Serra i Viaplana
 

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