Como cada sábado, Joan después de cenar con sus compañeros del partido ultra ortodoxo católico en el que milita, desaparece para dirigirse hacia el cuarto oscuro. La oscuridad lo convierte cada sábado en una persona completamente sumisa a las manos y pollas que rompen la oscuridad del cuarto. Pero hoy la situación le ha sobrepasado... hoy lo han hecho cautivo en un rincón de ese cuarto oscuro unos tíos pasados de vueltas con sus pollas tremendamente erectas y duras. Al arrinconarlo contra la pared, le han abierto la camisa de un manotazo con sus fuertes manos peludas, saltándo de golpe los botones de su impecable camisa blanca de esmoquin. Luego lo han puesto a cuatro patas dándole un par de ostias cuando ha querido deshacerse de ellos, pero antes de que pudiera decir nada, sus labios han sido penetrados por un pollón duro y caliente que ha entrado en su boca como un proyectil, a la vez que una mano de gruesos dedos peludos, le estiraban de los rubios cabellos de su cabeza para follarle frenéticamente la boca.
Casi sin poder engullir el pollón que le producia arcadas, sentía como alguien rasgaba sus pantalones, quedando sus blancas nalgas a los dictados de los deseos del tío que tiene detrás suyo vestido con un pantalón de cuero en el que le sale de la bragueta una polla tremendamente dura, con un capullo rojizo que no duda en meterla hasta el fondo de su culo. Con una salvaje envestida, empieza a cabalgarlo sin piedad azotando las sumisas nalgas blancas de Joan que sigue a cuatro patas, empalado por los dos pollones duros que lo castigan sin piedad. Mientras otro tío con barba de varios días, le pellizca sus pezones aterciopelados. El placer se mezcla con el dolor... La humillación con la sumisión...
Joan quiere escapar de allí, liarse a ostias con esos tíos. Pero a la vez, quiere que no acabe nunca esa completa sumisión, a los placeres sexuales de esos tres machos que le están profanando su cuerpo con sus grandes y calientes pollas. Sus ojos empiezan a verter lágrimas de rabia, que rebotan contra el suelo pero su polla se endurece cada vez más al sentirse como un objeto de vicio y placer para esos tres sementales que sacian sus más bajos instintos sexuales con su cuerpo, vejándolo constántemente. De pronto, nota como la polla que tiene metida hasta la garganta, empieza a hincharse aún más, para llenarle al momento toda la boca de semen caliente y espeso que empieza a tragarse para no ahogarse... Su excitación llega a lo más alto, cuando oye los aullidos de placer, del macho que se está corriendo en su boca. Sin tiempo a reaccionar, en una de esas envestidas que castigan sin piedad su culo, nota como el semental que lo está montando, le llena las entrañas de un lechoso semen caliente. A la vez que el tercero, que se hacía una paja viendo como se lo follaban, se corre en su cara. Mezclándose su leche con la que le sale por los labios, después que el tío que le ha follado la boca retira su polla de ella. La polla de Joan, no puede más y explota de placer, llenando el sucio y pegajoso suelo de su espeso y lechoso semen. Los tres tíos que se lo han follado sin piedad, sacuden altaneramente sus pollas sobre el cuerpo de Joan que está estirado en el suelo, con los ojos cerrados, envuelto en olor a semen... Sus labios sólo pueden vomitar una voz entrecortada, que dice - ¡Hijos de puta!... sois unos hijos de puta...-
Jaume Serra i Viaplana.
Fotografía : Andrés Mauri www.darkphotomagazine.blogspot.com
Modelo: Jaume Serra i Viaplana
felicidades por estos relatos ! Tienes algun correo electronico en donde poder contactarte ? Saludos cordiales :-)
ResponderEliminartomtombdx@hotmail.fr