El jazz en Nueva
Orleans es como una religión, es un estado de la persona.
Un calor húmedo
invade la calle Bourbon, en la que más transitan personas, en busca de su
extensa y abarrotada oferta de sex shops, bares y músicos callejeros. El
cemento de sus aceras arde entre un calor sofocante... Richard, es un guapo
mestizo de cabeza menuda y rasgos afilados con barba cuidada y largo pelo
moreno, recogido con coleta al estilo mohicano. Sale de un sex shop con varios
tubos de lubricante y algunos consoladores de diferentes colores y medidas, se
dirige al salón de orgías, donde trabaja. Richard es un amante al servicio de
aristócratas y ricos de alta y baja cuna, depredador nocturno en busca de
sementales que llevarse a la cama.
En el salón de
orgías, las trompetas, clarinetes y saxos, entre las mágicas manos de los
músicos, llevan a la gente que está allí, a una especie de éxtasis
continuado... El salón está muy decorado, con muchas lámparas y jarrones y
varios triclinios. Unos guapos veinteañeros, de brazos esculpidos en el
gimnasio sirven vino ataviados con cortas túnicas blancas al estilo romano,
mientras otros colocan frutas sobre las mesas.
La pasión
dispara la sangre, enrojece el rostro y se manifiesta en largas y sabrosas
mamadas, de unos a otros... Un joven de túnica corta, inclinado sobre la mesa
llena de racimos de uva, es penetrado apasionadamente por un varonil hombre de
pelo canoso, que intenta prolongar el éxtasis sensual hasta llegar los dos al
orgasmo... al lado, tres hombretones corpulentos de cuerpo velludo, se recorren
sus cuerpos entre ardientes besos... el goce de estar juntos, hace subir la
temperatura de la sesión erótica, que se va alargando... a media tarde, el
cielo se cubre de negras nubes, preludio de una tormenta que no acaba de
estallar...
Richard está
lamiendo con glotonería el gran rabo negro de un famoso músico de jazz. La
verga está enormemente endurecida y lubricada, unos hilos de líquido seminal
cuelgan de la boca de Richard, que intenta poder engullirla toda, haciéndole
una paja con sus carnosos y sensuales labios... Intenta mantener a su pareja en
un punto cercano al orgasmo... El músico resopla a mares, quiere alargar
esa sensación tanto como pueda, pero en un grito de inmenso placer…
-"!AAAHHH!"... expulsa de su rabo un gran chorro de semen caliente y viscoso,
que llena la boca de Richard, el cual intenta tragárselo como puede... por la
comisura de los labios se desborda la deliciosa leche de ébano...
A su lado, dos jóvenes
llegan también al clímax, después de una larga excitación sensual... La fiesta
sigue... la lluvia ha empezado a caer, las gotas de agua chocan con los
cristales - clic,,,clic...- el jazz lo envuelve todo... los cuerpos se rozan y
se unen en una danza sensual...
Jaume Serra i Viaplana
Fotografía :
Andrés Mauri
Model
: Jaume Serra
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