Ultra Cachondos / Ultra Calientes
Juan se dirige a
casa junto con Paco, su amante. Los dos van con paso ligero y semblante serio.
Vienen de una manifestación "ultra" en la que se han puesto muy
cachondos... Una tenue lluvia cae sobre los ladrillos rojos del bloque
suburbial en el que viven. Cuando entran por el mugriento portal, resuena
en el aire el golpear de los tacones de las botas militares contra el suelo - Toc,
toc -. Los dos visten una estética completamente paramilitar...
Lo primero que
hacen al llegar al estudio, es correr las cortinas de las ventanas y, en la
intimidad, se funden en un apasionado y varonil beso en la boca... sus axilas
empiezan a sudar, al tiempo que sus pollas experimentan una fuerte erección,
chocando sus abultadas braguetas, una contra la otra... Cogen una botella de
whisky y beben de ella. El húmedo chorro de calor baja por sus gargantas hacia
la oscuridad de sus entrañas en busca del centelleante candor del deseo, disipándose
en una embriaguez gloriosa, carente de remordimientos y represiones.
Sus prendas de
ropa caqui van cayendo al suelo mientras se van desnudando por el pasillo,
hasta llegar a la habitación, decorada con objetos militares y banderas ultras. Enfrascados
en pleno frenesí sexual, se dejan caer sobre la cama, en una lucha de dos
depredadores sexuales, intentando someter uno al otro... la cama ruge como un
mar embravecido en el que bracean guiados por el deseo... Juan se impone a Paco
y, después de darle dos hostias en la cara, inicia su ritual de bondage. Le ata
las muñecas y los pies a los barrotes de la cama, con unas cuerdas mugrientas
de semen seco... Con mirada felina, Juan escupe en la cara de Paco y grita: - ¡Voy
a destrozarte, hijo de puta!-... Paco intenta liberarse de las cuerdas, y con
los ojos inyectados en sangre, le grita: - ¡Suéltame Cabrón! - ...
Los ojos
pequeños e incisivos de Juan, lanzan una viciosa mirada de complicidad hacia su
novio. Un chaval musculado y terriblemente guapo, al que le gusta
autodenominarse pervertido de profesión. Cogiéndose el endurecido rabo con su
gruesa mano, se mea en la cara de Paco. El cual, intenta tragar el caliente
líquido amarillento, pero se desborda por la comisura de sus carnosos labios. Los
dos están cada vez más cachondos. Como dos yonquis del sexo morboso y oscuro...
Juan, que sabe cómo excitar a Paco. Le pone dos pinzas metálicas es sus
endurecidos pezones, y éste chilla de golpe - ¡AAAHHH! -... Paco se remueve
como puede atado a la cama... Juan le succiona cómo un poseso la verga,
buscando esa leche caliente y espesa, que tanto le gusta... Paco siente un
tsunami de placer y, al rato, con la polla enrojecida y casi irritada, suelta
un gran chorro de semen en la boca de Juan, que traga golosamente...
Con la lengua se
relame los sensuales labios para no perder ni una gota de la leche de su novio,
al tiempo que corta las cuerdas de los tobillos de Paco, para levantarle las
piernas, y el orificio anal de éste, queda al aire ante Juan, que lo mira
lascivamente. Le da dos cachetes a ésas nalgas duras y blanquecinas, que
enrojecen al momento y, desliza viciosamente su húmeda lengua por el caliente
agujero, en el que escupe con violencia para lubricarlo bien... - ¡Móntame,
cabrón! - Grita Paco, excitado como nunca... - !Te voy a partir el culo, hijo
de puta! - ... Le dice Juan, con voz grave, marcándose las venas en su
cuello... Y sin compasión, hunde su dura verga en el cedido y húmedo orificio
de Paco, follándolo como un loco, con ese ariete castigador de culos, con
el que lo enviste hasta correrse con un inmenso chorro de leche salvaje...
Modelo: Jaume
Serra
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