Roger, está apoyado en la vieja fuente que tiene detrás suya, decidido a esperar a Frank todo el tiempo que haga falta. Para él, ésa fuente siempre ha tenido algo muy especial. Posiblemente porque esas tres caras esculpidas en la pared, sacando agua por sus caños dorados desde 1367, hacen que su imaginación trovadoresca se dispare en el tiempo y casi pueda ver a las personas ataviadas con sus vestimentas medievales, saciando su sed en esa fuente, hablando de amores perdidos, amores nuevos, amores posibles... con la mente invadida por esas fantasías, contempla plácidamente cómo los rayos de la luna bañan las fachadas palaciegas del lugar, deslizándose por ellas hasta invadir con su haz de luz plateada, todos los rincones de la vieja plaza... se estremece al pensar que esa luna ha estado siempre ahí.
El reflejo en el suelo de una sombra de hombre tan conocida por él, le abstrae de golpe de los pensamientos en los que está ensimismado para sentir al momento, como su corazón comienza a latir más aceleradamente ante la preséncia de esta sombra... Es Frank, su lozano amor californiano, que como siempre, llega tarde a la cita. Frank, es un joven veinteañero de cálida inocencia que ha decidido vivir una temporada en Barcelona y desde el primer día que se conocieron, hace ya de eso un largo e intenso mes, empezaron a beber las mieles de la pasión.
Frank, llega hasta donde está Roger apoyado en la fuente. Esbozando en sus sensuales labios, una sonrisa de cariño y miedo a la vez por la tardanza. Sin atreverse a mirarlo a los ojos, con clara expresión de timidez y sumisión exhudando atractivo sensual.
Roger, barcelonés trenteañero, lleno de amor hacia Frank, le levanta suavemente la barbilla, lo mira fijamente con ojos desbordantes de pasión y sus bocas se juntan atraídas por la fuerza del deseo que los transporta a través de las caricias de sus calientes y húmedas lenguas, a un mundo estelar encerrado dentro de su universo particular... Roger, es ya un adicto a ése joven californiano de belleza embriagadora que le ha capturado con algún hechizo secreto.
Apoyados los dos en la vieja fuente medieval de la barcelonesa plaza de Sant Just i Pastor. Siguen besándose apasionadamente como dos quinceañeros, lubricándose generosamente... Con dedos torpes y temblorosos, Roger desabrocha el cinturón y los botones metálicos de los ajustados Levis de Frank que caen al suelo de golpe, dejando al descubierto un bonito culo, cubierto por un fino slip blanco que Roger rompe de un manotazo.
Los besos y caricias que se prodigan largamente, lleva a una excitación sexual tal, que parece no tener límite. Hasta que Frank, susurra con voz trémula, al oído de Roger - Fóllame -... Roger, con el cuerpo lleno sudor, temblando de emoción besa a Frank apasionadamente, le da media vuelta para que apoye los brazos en la pared de la fuente medieval. Con cariño, le pone saliva en su caliente y excitado ano, con mucha delicadeza introduce lentamente, para no hacerle daño, todo su miembro viril que está tremendamente duro y lubricado hasta que empieza a cabalgar una vez ya dentro de él, como si galopara sin bridas a través del tiempo.
La luna escupe un haz de luz plateada, que ilumina sus cuerpos semidesnudos sodomizándose. Dejando ver cómo la humedad empieza a imponer su ley, en sus ojos llenos de emoción...
Jaume Serra i Viaplana.
Fotografía: Andrés Mauri.
www.queerdarkphoto.blogspot.com
Modelo: Jaume Serra i Viaplana.
jacobbarcelona@gmail.com
Fotografía: Andrés Mauri.
www.queerdarkphoto.blogspot.com
Modelo: Jaume Serra i Viaplana.
jacobbarcelona@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario