Peter es simplemente un cobarde de la vida. Es un tipo duro y al tiempo tremendamente vulnerable. Durante muchos años, se ha reído de la gente que es fiel a sus parejas llegando a convertirse en un amigo peligroso, ya que intentaba meter cizaña a sus amigos que tenían relaciones estables haciéndoles creer que perdían libertad o que eran demasiado débiles. La felicidad de ellos le llenaba de infelicidad, lo que le llevaba a ser cada vez más zafio, al ver la mezquindad de su existencia... Necesitaba a sus amistades para que le acompañasen a lo que él consideraba "libertad", que no era otra cosa que encerrarse los fines de semana en una sauna gay, para que se lo follase cualquier chapero, rufián o macho que tuviese una polla mínimamente erecta y caliente... Hacía años que actuaba como si fuese un recipiente de semen anónimo... Litros de leche caliente y espesa habían sido derramados dentro de su sedienta boca, tragándolos sumisamente así como en su goloso culito tragón por cientos de desconocidas pollas, de gente que como él eran incapaces de mantener una relación basada en el amor y la madurez.
Pero ahora era diferente, por primera vez, desde que hacía muchos años alguien se bebió su inocencia salvaje en el despertar de su sexualidad, Peter vivía sensaciones nuevas por fin entraba el color en su monótona vida en blanco y negro a pesar que ya empezaba a vislumbrarse el crepúsculo en su vida... Experimentaba la ilusión por estrenar pecados nuevos con Marc. Con él, para excitarse no tenía que imaginarse escenas con una elevada carga sexual, ni recurrir a material pornográfico como venía haciendo en éstos últimos años... Con Marc, sólo tenía que acariciar su sedosa piel rosada y su cuerpo volvía a reaccionar como en su juventud.
Lamentablemente todo tiene un precio. Cabalgar toda su vida como un jinete del apocalipsis, sumergido en la exaltación de su agonía viciosa sin límites, había dejado en su salud una flecha envenenada... Sabía que tenía que hablar con Marc de ello... pero cada vez que lo intentaba, una tremenda sequedad se apoderaba de su boca, pegándose la lengua en su paladar.
Había encontrado en su vida la luz que no había sabido ver antes. Con Marc se disipaba ese futuro aciago al que siempre creyó estar destinado... Una lágrima furtiva va deslizándose por su mejilla... El sudor frío del destino cubre su corazón.
Jaume Serra Viaplana.
Modelo: Jaume Serra Viaplana jacobbarcelona@gmail.com
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