sábado, 24 de noviembre de 2012

Fóllame siempre... siempre...


Como fuego de verbena brillan las luces doradas en el anochecer. Esta noche, Natham ha cojido el peluche que le regaló Efraïm para dormir pero aún así, sus ojos almendrados se niegan a cerrarse y se mantienen perversamente brillantes con la mirada fijada en la fotografía de Efraïm, su marido. Una bonita foto hiperrealista realizada  por el prestigioso fotógrafo barcelones, Andrés Mauri. Transformando a ése chico alto, musculoso, de sensuales labios y de un atractivo irresistible, con un cuerpo alucinantemente bello, en un guapo galán de cine años cincuenta, gracias a ese blanco y negro que domina tan bien y que convirtió los ojos verde esmeralda de Efraïm, en una ardiente mirada de ojos grises, que siempre han tenido hipnotizados a Natham. Cautivo de ellos, se acurruca entre las sábanas de raso negras, que parecen jugar con los cabellos cobrizos que pueblan su nuca.

Natham quiere evadirse de su realidad y entra en su onírico mundo irreal. Muerto de amor, con el corazón hecho jirones no puede dejar de pensar en aquel maldito momento en que su marido, harto de que no comparta sus cosas con él, y después de algunas mentiras. Pronunció las más ominosas palabras que Natham jamás hubiese querido escuchar : - Natham, no puedo estar con alguien que no sabe compartir, me haces desconfiar... a veces llego a sentirme como si fuese para ti sólo un consolador con piernas y brazos... te quiero mucho, pero se acabo... te dejo Natham. -

Al recordarlo, esboza una sonrisa impregnada de tristeza y sus ojos empiezan a llenarse de lágrimas. Desde que conoció a Efraïm, ha vivido para él y por él. Se ha llenado la vida de él... se ha moldeado a sus manías... No en vano, su marido ha sido el único capaz de llevarlo cada noche a la Arcadia feliz, a través de sus interminables besos que se transforman en notas enamoradas con esa boca perturbadora, que le hace sentir todo un abanico de adicciones prohibidas.

La exhumación del poco tiempo transcurrido desde la partida de Efraïm, sólo hace que acrecentar el anhelo por el reencuentro. Natham adora el amor que siente por su marido y puede llegar a llorar de felicidad, al contemplarlo desnudándose ante él. Es esclavo de su belleza... de sus largos y sedosos dedos, ésos dedos que se deslizan cada día por su cuerpo, haciendo arder la piel por donde pasan... La sangre le quema las venas, al recordar cómo Efraïm le hundía su largo y duro pene en su culo, siempre sediento de sexo. Para cabalgarlo como un poseso, en sus largas noches de lujuria desenfrenada en las que no podía dejar de jadear involuntariamente, mientras el semen de Efraïm le inundaba sus entrañas.

El corazón de Natham se dispara y siente mariposas en el estómago... sin dejar de mirar la foto en blanco y negro de su marido. Aprieta el peluche fuertemente entre las sábanas de raso, para cogerse con fuerza su pene, que está tremendamente endurecido y lubricado. Empieza a masturbarse lentamente, susurando al aire: -Fóllame Efraïm... fóllame siempre... siempre... -

En su ensoñación erótica, sin dejar de mirar la fotografía de Efraïm, con un brillo perverso en sus ojos. Se recrea recordando el placer que sentía cuando la aspereza de las mandíbulas con barba de varios días de Efraïm se deslizaban por su cuerpo para lamer cada milímetro de su piel... Al poco tiempo, un escalofrío le nace en la planta de los pies, subiendo hasta el estómago, y allí se pone a jugar. Luego retoma el camino hacia la cabeza... y de pronto, entre silenciosos gemidos, una cascada de un blanquecino líquido caliente sale de su enrojecido y excitado pene para dejar nevadas las negras sábanas de raso.

Sus ojos siguen derramando lágrimas quedamente... Aún no sabe porque le cuesta tanto compartir... Ser tan individualista... pero sí que sabe que en el cielo del resto de sus días, las nubes ya no tendrán forma de corazón... el Grial se ha ocultado detrás de negras nubes.

Jaume Serra i Viaplana.

Fotografía : Andrés Mauri
www.queerdarkphoto.blogspot.com
Modelo: Jaume Serra i Viaplana.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Polla Sabrosa




Jim ha preparado la mesa con un gusto exquisito, mimando en ella hasta el último detalle... mantelería de hilo blanco con rosas rojas bordadas, vajilla de fina porcelana blanca ribeteada con oro viejo, cubertería de plata... Y en el centro un jarrón de cristal tallado, con tres lirios blancos dentro...

Ring... riing... el timbre suena en su recibidor y Jim se apresura a abrir, pero antes se da un último retoque delante del espejo... - !Buenas noches guapetón! - . Lluc le saluda eufórico, está radiante de felicidad al volver a quedar por segunda vez con Jim.  En su mente aún está muy fresco el recuerdo del día que un azar afortunado hizo que se conocieran. Ése día Jim le regaló un pedazo de cielo, devorando intensamente su cuerpo entre unos matorrales en una desierta plazoleta, haciendolo gozar como nunca nadie se lo había hecho.

Jim coge con ansia  a Lluc y lo desliza hacia dentro del recibidor abrazándolo con fuerza, a la vez que con el talón del zapato, cierra la puerta de golpe dando un portazo...  Jim  sin mediar palabra empieza a comerle la boca. Lluc casi no puede respirar, pero se excita al momento al notar ésa  húmeda lengua que con autoridad saborea su paladar... Entrelazados, bebiendo con frenesí de sus labios un deseo sexual irrefrenable llegan al comedor después de chocar varias veces con las paredes del pasillo. Lluc se queda sorprendido cuando ve que en la mesa sólo hay platos para uno - ¿Es que vamos a comer en el mismo plato? - Jim se lo mira con una sonrisa socarrona, y con voz lasciva le dice : - Cariño, tú serás mi cena... - . Lentamente empieza a desabrochar la camisa de Lluc. - ¿Pero Jim, no cenamos?... - después cariño... después... empecemos por los postres... -. Lluc desea con todas sus fuerzas no ser para Jim sólo una aventura, por eso, intenta que esa cita de hoy no se convierta sólo en un polvo. Pero ante la insistencia de Jim y lo cachondo que lo ha puesto con el magreo en el pasillo, se deja llevar hasta el sofá. Sus ropas quedan esparcidas por el suelo. Sus cuerpos desnudos se revuelcan apasionadamente en el mullido sofá de terciopelo negro, con tanta excitación, que sus endurecidos penes se lubrican generosamente por la fricción entre ellos... Jim coge con fuerza los brazos de Lluc, y se los pone detrás de la nuca, atando sus muñecas con un cinturón de albornoz que tiene preparado en un lado del sofá... - !No Jim!... atado no... que me da mucha cosa... - ahora eres todo mío... - Jim le dedica una sonrisa viciosa a Lluc, a la par que cubre su cara con un pañuelo de gasa blanca. Lluc intenta zafarse de él, pero el fornido cuerpo de Jim se lo impide... - no... no Jim... no me va este rollo... - Lluc está entre asustado y excitado a la vez, en el fondo no deja de producirle bastante morbo... - Venga cariño, voy a follarte éste culito tan provocador... !Mira cómo está mi rabo!... - . Jim está muy caliente, con brusquedad le separa las piernas y después de ponerse lubricante en su rojo capullo, hunde toda su polla en el agujero del macizo culo de Lluc que da un grito de dolor, aunque poco a poco va notando un gran placer a las envestidas del rabo de Jim, haciéndole gemir de gusto. Jim va llegando al clímax, su cuerpo se contrae por momentos. Siente un inmenso goce ver a Lluc jadear sin cesar debajo de ésa gasa que se mueve con el aliento nervioso que sale de su boca... Jim siente todo un carrusel de sensaciones y nota que está a punto de correrse. En ése momento desliza los dedos por el pañuelo que cubre la cara de Lluc y lentamente lo enrolla alrededor del cuello de Lluc. Momento en que Jim lo mira finamente y como una majestad satánica, eyacula dentro de él gritando de placer.

Tras secarse las gotas de sudor, Jim coge una figurita del Sagrado Corazón de Jesús que tiene en la estantería del comedor y la introduce en el ano de Lluc, lo que le produce un desgarro, aunque a él ya no le puede doler. Luego coge de la cocina un largo y afilado cuchillo y lo desliza por la piel de Lluc, rezando para tener fuerza para hundirlo en ése bello cuerpo. Y al llegar a su grueso pene, lo corta de cuajo, recogiendo en una copa la sangre que le brota. Después lo pone en una bandeja y la mete en el horno. Mientras él se enfunda en un traje de corte francés y una corbata de Armani... Saca la bandeja del horno, sirve la polla de Lluc en el lujoso plato de porcelana acompañada de una guarnición de setas selectas y delicadamente con el cuchillo y tenedor, empieza a cortar a trozitos la bonita polla de Lluc, comiéndola ceremoniosamente, dando sorbos de la caliente sangre en la copa de cristal de Bohemia...

Jaume Serra Viaplana

Fotografía : Andrés Mauri www.queerdarkphoto.blogspot.com
Modelo: Jaume Serra Viaplana.

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