jueves, 27 de diciembre de 2012

"Orgía de invertidos"


La noche es gélida, sin estrellas, un frío intenso va calando en los huesos de Joan que deambula por las calles del barrio chino de Barcelona sin rumbo fijo buscando algún sitio para cobijarse y entrar en calor. A pesar de la crudeza invernal de ése enero de 1940 tan sólo puede abrigarse con una vieja americana de verano teñida de oscuro, desde que acabó la guerra, cada vez le es más duro sobrevivir en la nueva España franquista donde nadie le quiere dar trabajo por haber sido miliciano republicano.

Al pasar por la calle Robadors reconoce la tenue luz cromática que sale de una bombilla de 25w. desnuda sobre una vieja puerta de madera apolillada. Es el club ARMY, un club clandestino, aunque tolerado, clasificado como un local donde se reúnen los "invertidos" para hacer sus "abominables aberraciones sexuales"... con los nudillos de la mano enrojecidos por el frío, da tres golpes en la puerta y ésta se abre tímidamente. Joan, mira discretamente a las putas que hacen la calle, y entra.

Una nube de humo invade el local, mezclándose con la voz de Carmelita Aulart que se difumina a través del viejo gramófono : - Cocaína en flor... el perfume serio... en las lindes del amor... es perfume que fascina... cocaína en flor... -. El local está  lleno de almas nocturnas que buscan compañía, a su lado dos hombres rudos de barbas cerradas y que desprenden un fuerte olor a aguardiente besan con pasión a unos jóvenes mancebos de cabellos dorados y piel cetrina... Joan, pide un coñac y se coloca a un lado de la barra, esperando que alguien se lo pague. El brillo de sus ojos azules como aguamarinas, hacen que al momento empiecen a cortejarlo varios hombres. De entre ellos, se abre paso con autoridad un cuarentón de largos bigotes que con rudas maneras, aparta a la gente para llegar hasta Joan : - ¿No eres muy joven para el coñac? -  Nicolás, es capitán del glorioso ejercito golpista, que ha ganado la guerra civil. - Capitán, soy lo suficiente mayor, como para castigarle con mi porra... - . La mirada lujuriosa de Joan, se clava en los ojos morunos del capitán, destilando una expresión desafiante. Sin mediar palabra, el capitán lo coge de la mano y, después de dejar una moneda en la barra para pagar el coñac de Joan se dirigen con paso firme hacia el sótano.

La parpadeante luz de las velas repartidas por el suelo, dejan en la semioscuridad a hombres fuertes, con barbas de varios días. Buscando frenéticamente la esencia del placer sexual, a través de sus instintos más primarios. La sumisión de un macho hacia otro. Es una lucha de sementales en celo, excitados por el olor del miedo que desprende su sudor. Joan y el capitán, sortean a un grupo de hombres desnudos que se masturban ante un guapo joven, hijo de un marqués, esposado a dos viejas maderas en forma de X mientras un musculoso campesino con varias heridas de guerra en el cuerpo, le azota el trasero con un látigo de cuero negro... Cuando llegan a un rincón más oscuro, el capitán desnuda lentamente a Joan y con un suave empujon lo hace caer de espaldas sobre el lecho de un catre de muelles chiriantes. El capitán, que está tremendamente excitado, se arrodilla entre la piernas entreabiertas de Joan y agarrandole con firmeza un tobillo empieza a lamer con destreza su hermoso pie de dedos vigorosos...

El capitán, chupa con lujurioso deseo cada uno de los dedos del pie de Joan, que gime de placer cuando la húmeda lengua del capitán se desliza por la planta de su pie, haciendole cosquillas con el mostacho... lame el tobillo... sigue por la pantorrilla... besa cada milímetro la aterciopelada piel de Joan, que  excitado como nunca empieza a masturbar su gruesa polla. La lengua del capitán  llega a la parte inferior del muslo, mordisqueando la suave piel, hasta la imponente visión de la polla erecta de Joan. El capitán, con los labios llenos de saliva, abre viciosamente la boca y engulle con ansia toda la larga y dura polla, para mamarla con verdadero delirio... Joan, que no ha dejado de gemir ni un instante, arquea su cuerpo al notar cómo su pene empieza a bombear leche caliente y espesa dentro de la boca del capitán que se la va tragando con inmensa glotonería... El cuerpo de Joan, se convulsiona cuando el capitán lame con lujuria su capullo para  beber hasta la última gota de su semen... Su negro mostacho está salpicado de gotas blancas.

Cocaína en flor... es perfume serio... en los lindes del amor... es perfume que fascina... cocaína en flor... cocaína en flor...

Jaume Serra i Viaplana

Fotografía : Andrés Mauri
www.queerdarkphoto.blogspot.com
Modelo: Jaume Serra i Viaplana.

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