Centellantes columnas de perlas sostienen la mansión de Kimi. Es un edificio increíble de enormes dimensiones, con varios espacios abiertos y porticados que reverberan de un color rosado claro. En el inmenso jardín de la casa, los pájaros retozan y gorjean. Verdes lozanos, amarillos y violáceos se mezclan en el aire volando de árbol en árbol. Un arroyo que desciende desde una montaña cercana, desemboca en el lago del jardín de Kimi a través de una cascada debajo de la cual, Kimi y Dominic sienten la caída del agua fresca y pristina sobre sus viriles cuerpos desnudos.
De ése Edén particular, les llega el olor y la frescura estimulante de las rosas y jazmines que lo pueblan... Excitados por el roce de sus pieles mojadas contemplan el lago y es cómo si mirasen al fondo de un espejo mágico. En el que se reflejan sus cuerpos inmersos en sus pasiones lúbricas. Son dos siluetas jóvenes y esbeltas, contaminadas de sensualidad en cada uno de sus poros. Rodeados por nenúfares que yacen somnolientos, flotando sobre las azuladas aguas del lago centelleando con sutiles tonos de blancos y amarillos el medio acuático.
Dominic es un joven fibrado, de piel suave completamente negra y brillante. De porte majestuoso como si llevase un rey dentro, sus ojos verdes esmeralda, tienen embobado a Kimi que vive prisionero de ésos ojos brujos en la lujuriosa celda del placer perpetuo a que le somete Dominic con sus ardientes artes amatorias... Kimi es un poco mayor que Dominic de cuerpo muy musculado con un lacio pelo azabache y una suave y rosada piel que le hace transpirar una estimulante virilidad.
El amor les circula por todo el cuerpo. Cuando sus miradas se cruzan, sienten ese gozoso placer del deseo. Hacia tiempo que se habían brindado el corazón, amándose de forma prohibida... Sus penes empiezan a endurecerse, llegando a unas espectaculares erecciones. Los prepucios lubricados rezuman de líquido seminal. Sus cuerpos tiemblan de excitación, a la vez que se funden en un largo y apasionado beso... la saliva desborda la comisura de sus labios para unirse al agua que cae de la cascada.
El largo y grueso pene de satén de Dominic permanece con una erección casi dolorosa. Kimi, maravillado y eufórico ante la visión de ése gran rabo oscuro. Se pone sumisamente de rodillas y empieza a engullirlo lentamente, rindiéndole pleitesia ... saboreándolo cómo si fuera el mejor de los manjares... Dominic se retuerce de placer por las lamidas de la húmeda lengua de Kimi, que va recorriendo todo su largo y caliente falo renegrido, milímetro a milímetro. El agua de la cascada cae sobre ellos dos... la cálida boca de Kimi va succionando apasionadamente la bruna polla de Dominic.
De pronto, Dominic aparta la boca de Kimi, que hace rato que le está comiendo con viciosa glotonería su gran rabo moreno. Y al momento, en medio de jadeos. Explota de placer... su semen empieza a salir a chorro, regando los nenúfares espermatofitos que están enredados entre sus piernas. Los nenúfares, excitados por la viscosidad del caliente líquido seminal florecen de nuevo, brotando de entre sus pétalos unos provocativos estambres rosados lubricados, con un sensual aroma a polen... Lentamente se enredan entres las musculosas piernas de Kimi y Dominic y se deslizan sinuosamente hasta llegar a sus orificios anales, introduciendo suavemente sus vainas viscosas para poseerlos y polinizarlos hasta el éxtasis...
Al cabo de un tiempo extraño, Kimi despierta del letargo en el que habían quedado sumidos. A su lado, Dominic aún duerme al borde del lago. Los ojos color miel de Kimi, se posan en la fibrada espalda achocolatada de su amado, dominado por la pasión que siente por él. Inicia su sensual recorrido de besos lascivos sobre su raso negro que embellece su escultural cuerpo hasta finalizar en sus apretados glúteos. Golosamente come los sabrosos pétalos de rosa que han florecido en él.
Jaume Serra i Viaplana.
Fotografía : Andrés Mauri. www.queerdarkphoto.blogspot.com
Modelo : Jaume Serra i Viaplana.
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