Este año los niños de Nueva York tienen una Blanca Navidad. Poco antes de Nochebuena había caído una fuerte nevada y, según los hombres del tiempo se prevé que aguante varios días antes de derretirse. A pesar de sus gruesas manazas y de lo patoso que siempre ha sido, Robert había hecho para James y Jane, sus pequeños vástagos, algo parecido a un muñeco de nieve, al que le puso su viejo sombrero de copa y una bufanda de rayas azul y grana del Barça, tejida por su mujer Melaine.
Jo... Jo... Jo... ¡ Feliz Navidad, chicos !... La voz de aguardiente de Robert resuena en el vestíbulo, mientras va avanzando con los brazos abiertos, haciendo drincar una vieja campanilla. Hasta llegar a la gran sala repleta de gente... " tilin.. tilin..." ¡ Feliz Navidad, capullos !... mirad que os trae Papá Noel... Robert se ha ido quitando el disfraz de Papá Noel y la ropa interior, hasta quedarse completamente desnudo... ¡ Mirad que tronco de Navidad os traigo de postre !... La gruesa y larga polla de Robert está majestuosamente erecta y dura, marcándose en ella todas sus venitas, coronada por un caliente y rojizo prepucio, que mira provocadoramente a los "osos" y efebos desnudos que llenan la pista del Ursidae. La campanilla que lleva colgada con un lacito rojo en la polla, suena cada vez que ésta se mueve de lo excitada que está... " tilin... tilín..."
El Ursidae es un club privado de osos de Chelsea en Manhattan. famoso por sus orgías temáticas. En las que Robert participa siempre que puede escaparse del regazo de su amorosa esposa. Hoy es imprescindible llevar un gorro de Papá Noel, o cuernos de reno de brillante purpurina dorada. En medio del guirigay de la animada y multitudinaria fiesta navideña. Unos jóvenes con cuerpos de elfo y cuernos de reno en la cabeza. Se quedan embobados ante ése viril Papá Noel fortachón y velludo. Al que le cuelga un muy apetecible pollón con el capullo lleno de líquido seminal. Atraídos por la fuerza irrefrenable del más lujurioso deseo de comerse ése rabo. Se abalanzan sobre Robert, peleándose entre ellos por ver quien consigue meterse en la boca tal golosina. Un joven imberbe de rosada piel y cabellos dorados como el oro, se traga glotonamente la polla de Robert, engullendola afamadamente hasta llegar a la garganta. Empezando a succionarla con frenesí, sediento de su caliente semen ante la mirada de odio y envidia de los otros jóvenes, que inmediatamente empiezan a comerle el culo a Papá Noel, como si fuese un caramelo de Navidad. A la par que otros le mordisquean los gruesos y oscuros pezones que sobresalen con viril chulería de ése pecho cubierto de rizado pelo azabache.
Robert está cachondo, pero no excesivamente excitado, a pesar que le están comiendo viciosamente la polla. Hasta que se da cuenta que es observado por un hombretón alto y fuerte, de cuerpo velludo como él. Que se está haciendo una paja mirándolo. Se excita de inmediato. Y da un manotazo a los chicos que le están comiendo el culo y la polla. Para luego mearse encima de ellos y descargar toda la cerveza que había bebido, sacudiendo bien la polla ante la mirada de lujuria de los efevos que se lamen la caliente y amarilla orina, que queda encima de sus cuerpos rasurados. Robert se funde en un apasionado beso con Jhon, que ha dejado de pajearse. Es un abrazo de titanes. Los dos sementales, tremendamente excitados, empiezan a devorarse el uno al otro, ante un gran muñeco de Navidad con un consolador negro...
Melaine mira por el cristal de la ventana de su confortable salón, preocupada por su marido, que se mata a trabajar por ellos... Los niños cada vez están más impacientes porque dentro de poco llegará Papá Noel... Luces de colores brillan en muchas de las casas en donde los niños cantan villancicos con sus padres.
Jaume Serra i Viaplana.
Fotografía : Andrés Mauri. www.queerdarkphoto.blogspot.com
Modelo : Jaume Serra i Viaplana
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