jueves, 4 de diciembre de 2014

"Cruising" en Sevilla







 
Hace unas horas que el astro solar se ha ocultado en la colorida ciudad de Sevilla. La noche está cuajada de parpadeantes estrellas. Los rayos plateados de la luna acarician los varoniles cuerpos semidesnudos de hombres que pasean por el Parque de María Luisa, como luciérnagas en la noche en busca de otros hombres para entregarse al placer sexual a través de las situaciones más morbosas. A la vista de otros sementales que fornican entre ellos como implacables guerreros sexuales.

Carlos, un guapo y varonil treintañero de bellos y refinados rasgos arábicos, con una poblada barba azabache moteada por plateados pelos, está apoyado a un árbol con los tejanos bajados y la camisa desabrochada, luciendo una piel tersa y suave llena de rizados pelos negros. Sus ojos cómo agua profunda miran a Wilson, un joven efebo zambo hondureño de piel canela y gruesos labios lascivos. Que está arrodillado sumisamente ante él, con la mirada fijada en su gruesa y erecta polla... Wilson estira las manos ceremoniosamente y se lleva a su glotona boca el majestuoso rabo de Carlos, que empieza a saborear con verdadera ansia... se va refregando la rosada verga por su imberbe cara, oliendo el intenso olor a polla y orina de semental, lo que le excita en sobremanera.
La polla de Carlos folla la húmeda boca de Wilson, que como puede intenta engullirla toda para no atragantarse con ese grueso rabo que le llena la boca... Los testículos de Carlos van chocando con los gruesos labios rojizos de Wilson, cada vez con más fuerza que una y más rápido... Wilson succiona con glotonería la dura verga de Carlos buscando con desespero su caliente y viscoso semen. A la vez que un hombre tosco y rudo, de barba cerrada de varios días y camisa de cuadros desabrochada, dejando entrever un pecho fuerte y fibrado cubierto de pelos lacios se masturba a su lado, mirando como Wilson devora con avidez la verga de Carlos, profiriendo gritos de: - !Así cabrón!...así...Cómela toda…

En plena vorágine sexual, Carlos nota como unas gruesas manos le cogen por detrás, pegándose a su espalda un fornido cuerpo desnudo. En su nuca choca el aliento amarillo y caliente de un macho peludo en celo. Sin tiempo a reaccionar, nota una fuerte palmada en sus apretadas nalgas y al momento, siente un intenso dolor en su ano, cómo si le rompieran el culo. El "oso" que tiene detrás le vuelve a dar una bofetada en su sensual trasero respingón. A la vez que le grita :- !Quieta puta!...si te va a gustar… - Y empieza a cabalgar con autoridad, con todo su grueso rabo surcado de venas hinchadas, dentro del culo de Carlos... Wilson sigue mamándole la polla, que se ha puesto más gruesa y dura desde que se lo está follando ese hombretón... Por la comisura de los viciosos labios de Wilson caen hilos de saliva blanquecina mezclada con el líquido seminal de Carlos, que excitado como está, cada vez se lubrica más.

De pronto, sin poder aguantar más, da un grito y se corre en la boca de Wilson, que se traga la espesa leche blanca con verdadera gula... El hombre fornido que está follando a Carlos se excita aún más al ver cómo este se corre en la boca de Wilson y le muerde el cuello a la vez que derrama borbotones de caliente semen en sus entrañas... En el mismo instante, el hombre ceñudo que se pajeaba mirándolos, cierra los ojos y aliviado suelta un chorro de semen que cae en la cara de Wilson... Cuando Carlos ve ése blanco líquido seminal encima de la oscura piel de Wilson, se arrodilla y empieza a lamerlo con ansia. Mientras el "oso" que se ha follado a Carlos, se mete lujuriosamente en la boca el largo y erecto miembro viril negro de Wilson, que empieza a jadear... !Ah!...!Ah!...

Jaume Serra i Viaplana.
 
Fotografía : Andrés Mauri.
Modelo : Jaume Serra i Viaplana.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Fruta de Rojo Deseo



“Jamás había comido una fruta más dulce que su boca, ni acariciado una seda más suave que su piel”...
 


Cuando conocí a Nathan en la calidez de la Plaza del Teatro de Montmatre quedé prendado de la belleza de este joven modisto judío de piel morena y rostro barbado. Desplegué todos mis ardides para que cayese en mis redes de seducción. Lo llevé a pasear por el margen izquierdo del Sena, luego cogimos un Bateux - Mouche... y a medida que la seda oscura del atardecer nos envolvía, el romanticismo fue fluyendo a nuestro alrededor llenándolo todo. En un momento de estoicismo busqué sus carnosos labios que transpiraban sexualidad, y los besé con ardor. La pasión siempre ha sido el motor de mi vida, pero fue en ese momento cuando conocí el color del deseo... Bebí con ansia de su boca el brebaje del amor, que desató una eclosión de sensaciones arcaicas en mis entrañas... Cupido había lanzado su flecha en nuestros corazones. De eso hace exactamente hoy un año.

La espera se me está haciendo eterna, estoy ansioso por ver a Nathan. Está preparando el desfile de la nueva colección y cada día vuelve más tarde a casa. Pero cuando llegue, cenaremos y después iremos directos a la cama a celebrar nuestro primer aniversario. Los dos desnudos, frente a frente... la elipse de su boca deshebrando palabras mudas... sus brazos de hiedra invitándome a la humedad de su follaje... el enjambre invasor de sus dedos en mi piel, haciendo de mí una ofrenda sexual a los Dioses del placer universal... cuando hacemos el amor, Nathan siempre me transporta al universo de las emociones y sensaciones más extremas, haciéndome acariciar la utopía del paraíso. Cada vez que la cálida y húmeda lengua de Nathan hurga en todos los entresijos de mi cuerpo, produce en mí un placer tan rabiosamente agudo, que me lleva a tal desasosiego sexual, que sólo se me calma cuando mi joven de bella y hedonista masculinidad, me cubre con su musculado cuerpo para poseerme, con la altanería de un caballero medieval tomando posesión de su sumiso vasallo. Sumiéndome en una felicidad exultante.  
Cristian aún no sabe que no muy lejos de allí, unos cabeza rapadas de ideología nazi han apaleado sin piedad con bates de béisbol a un joven que llevaba una bonita tarta de trufa con un corazón de fresas con una vela de aniversario en el centro del corazón... la roja y acuosa sangre de Nathan va manchando las cuartillas de los bocetos de los vestidos del desfile dispersos sobre el asfalto... En el aire aún resuenan los gritos histriónicos de: -¡Maricón¡...¡ Matemos al comepollas !...-

Antes que el corazón de Nathan de su último latido, con un débil hilo de voz, grita al viento el nombre de CRISTIAN.
Cristian mira amorosamente una fotografía de Nathan... Navega sin remedio en sus ojos avellanados como si fueran éstos los umbrales de la vida eterna, y la felicidad sin fecha de caducidad. Y suspira... Han sido trescientos sesenta y cinco días de intenso goce sexual. Sintiendo sus pieles, sudores, olores, deseos más ocultos... compartiendo las caricias de sus manos, las sonrisas de sus labios. Sin necesidad de nada ni nadie más. En los que lo ordinario de cada uno de sus días se convirtió en extraordinario.
Jaume Serra i Viaplana.

 
Fotografía : Andrés Mauri
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Modelos : Jaume Serra i Viaplana / Andrés Mauri.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Pinga mexicana


Las aromas y las burbujas envuelven el joven cuerpo desnudo de Fabrizio como si fuese un regalo del Dios Eros a la humanidad. Disfruta de un placentero baño en su habitación del hotel más lujoso de México DF. Está contento, para él todos son buenos y follables días.

A pesar que la pasada noche ha estado follando durante horas con un fantástico mulato caribeño que conoció en el Boybar de la zona rosa de México DF. Tiene necesidad de volver a pasar un rico día. Lo que para el significa estar clavado por un macho, sentir su masculinidad en las mismísimas entrañas, cada vez que las envestidas de una buena verga le destroza el culo, siente tanta ansia de ser follado de nuevo, que suda semen. Sale de la bañera, se pone el albornoz y llama al camarero para que le traiga una botella de champagne bien frío, a la vez que empieza a mirar su agenda de follamigos. A los pocos minutos llaman a la puerta : - Toc, toc - - Servicio de habitaciones, Señor -. Fabrizio abre : - Déjelo allí, por favor - al levantar la vista para darle la propina lo ve allí, de pie, con su impoluto uniforme blanco. Asier lo mira con timidez y esboza una sensual sonrisa : - Gracias Señor - Fabrizio no puede dejar de mirarle y siente como si le clavaran un anzuelo en el corazón. Asier es un cuarentón de piel tostada y cuerpo musculoso, que sin quitarse la ropa ya te la pone dura. Con sólo verlo sabes que tiene que ser un toro bravo en la cama. Fabrizio sonríe lascivamente : - ¿Cómo te llamas?- - Asier, Señor - ... - Asier, hoy es un día perfecto para que nos viole la felicidad, ¿No crees? - - Cómo dice, Señor?...-Nada, nada... por favor descorcha la botella de champagne y sírveme una copa...-Si Señor- .

Los azules ojos de Fabrizio se clavan en las negras pupilas de Asier, que al notar el lujurioso deseo de Fabrizio por él, no puede reprimir una fuerte erección, que por supuesto no pasa desapercibida para Fabrizio: -Vaya, vaya, Asier -... - Disculpe señor, tengo que irme -...Pero Fabrizio lo retiene. Asier está temblando, el sudor empieza aflorar por su rostro varonil. Luego apaga en sus carnosos labios su sed sexual, con un largo y apasionado beso, en el que sus húmedas lenguas entran y salen de una boca a la otro juguetonamente... el champagne empieza a salir por la comisura de sus bocas.

Casi sin despegar sus labios, se van desnudando hasta llegar a la cama, donde Fabrizio se sienta para contemplar bien ése enorme falo erecto y lubricado, que luce Asier entre sus piernas... Tiene ganas de mamar... muchas ganas...Y desliza con ansia sus labios por el rojizo caliente capullo, hasta engullir toda la verga, que succiona glotonamente saboreando con pasión... Asier está enormemente excitado, su boca sólo es capaz de emitir jadeos continuados de placer... Fabrizio desea que ese rabo explote con altanería es su cara y llene su ardiente boca de espesa leche. Pero siente la imperiosa necesidad de ser montado por ese macho mexicano, a pesar de ése gran pollón que exhibe. Sabe que todo pasivo que se precie aguanta verga... en estos momentos ya nada desea más que ser cabalgado por ése semental...

Se lubrica generosamente el ano y, se da la vuelta sumisamente, ofreciendo su rosado y prieto culo a ese hombre que parece un Dios de la masculinidad, y está detrás suyo con un rabo duro cómo una piedra... - Cógeme bien rico Asier, métemela hasta los huevos y cabalgame hasta que revientes dentro de mío -... toda la musculatura de Asier está tensa y cubierta de gotas de sudor, le duele la polla de lo erecta y dura que la tiene... Con voz nerviosa sólo es capaz de decir : - Si Señor - ...Y encula sin piedad a Fabrizio, que da un respingo de dolor cuando la gran verga de Asier penetra con autoridad su sumiso culo caliente...

Jaume Serra i Viaplana.

Fotógrafo: Andrés Mauri.
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Modelo: Jaume Serra i Viaplana.

miércoles, 23 de julio de 2014

Convento pecaminoso

Kevin tuvo una infancia caótica y una adolescencia problemática. Un amor adictivo hacia las mujeres bellas, persiguiendo como un grial inalcanzable la felicidad a través de una vida disoluta de fiestas, sexo y excesos continuos. Hasta acabar en el hospital con un brote psicótico, después de una ingesta de belladona. Al salir, decidió retirarse unos días a un monasterio perdido en medio de un valle profundo y silencioso. Los monjes van y vienen con la cabeza baja y las rosadas manos escondidas dentro de las anchas mangas de su hábito. Ni un sólo ruido... Kevin está dentro de la celda. Quiere que una verdad desconocida lo venga a salvar, pero la única certeza que se le hace evidente es la excitación que le produce, aquel hombre que, delante suyo, cuelga de un crucifijo, allí clavado en la pared. Los clavos que sujetan los pies, las palmas de las manos, le hacen sentir punzadas de deseo...

Está estirado sobre un catre humilde, envuelto por un silencio que ya se le empieza a hace demasiado espeso. Se levanta súbitamente y descuelga el crucifijo de la pared. Toma un sorbo de agua de la jarra que descansa en la desnuda mesita de noche y con la boca aún húmeda llame aquellas huesudas rodillas, su lengua nota la suavidad de la madera mimada con la destreza que el amor impregna el arte sacro... un coro de voces masculinas interrumpe con suavidad el silencio... aquellos graves chorros de sones latinos se le meten por el agujero del culo y le salen por las cejas... Sabe que ahora ya no podrá resistirse. Sale al pasillo, es la hora del angelus nocturno y como ayer y anteayer y el otro... percibe el cuerpo delgado y fibrado de aquel fraile de mirada gris y descarada que atraviesa las fibras de la puerta cerrada. Kevin se levanta y abre con sigilo. El novicio le empuja hacia adentro y cierra la puerta con una cerradura inexistente. Se saca el hábito y lo empieza a besar con efusión por todo el rostro. Kevin ve como los labios del joven fraile van enrojeciendo cada vez más debido a los clavos que parecen salir de su negra barba cerrada de tres días. Kevin pone las dos manos en las nalgas del culo del novicio, lo nota duro, firme, suave como la seda... con las manos en el pecho de Kevin, el fraile lo hace sentar en la cama. Se coge su gruesa y larga polla, marcada por un par de venas inflamadas por el deseo, y se la pasa por los labios. Kevin la engulle, lentamente, sintiendo como aquel miembro joven y viril ferviente de pasión le llena la boca y acaricia la campanilla de la garganta. Vistiendo el rosado capullo de ésa fantástica verga con un hábito de saliva y se coloca a cuatro patas. El fraile está detrás suyo, escupe dos, tres veces alrededor del ano y con el dedo se lo friega lentamente.

Kevin va notando cómo el dedo viscoso de saliva va haciendo ensanchar su agujero oscuro, virgen hasta ése momento. Nota como el glande a punto de explosionar de ese joven y guapo monje quiere penetrarlo y lo deja hacer, se relaja. Su cuerpo vibra de placer en cada envestida del rumbero fraile que como un fuerte chavo que es, lo está cogiendo bien rico. Una de las blancas y suaves manos del monje le coje los cojones, se los aprieta, los estruja... con uno de sus dedos mojados por un prematuro chorro de esperma, le toca el agujero de la punta del rosado y caliente capullo de Kevin. con un gesto de autoridad, lo hace girar y sus bocas, por primera vez, se buscan... Ahora Kevin ya sabe que ha venido a buscar en ése jodido rincón perdido del mundo...

Jaume Serra i Viaplana.

Fotografía: Andrés Mauri.
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Modelo: Jaume Serra i Viaplana.

jueves, 1 de mayo de 2014

Polla embrujada

El cielo oscureció en pleno mediodía, cómo si Dios hubiese cerrado los ojos, elevándose un aire de tormenta. Desde una de las almenas del castillo, el Mago Cascapollas invocaba a las fuerzas del mal :- Que el príncipe Cristian duerma el resto de sus días - ... El hechizo aún no se había diluido en el aire, cuando el cielo se descerrajó con violencia. Unas carcajadas desquiciadas resonaron en el castillo. El Mago Cascapollas con un talante repulsivo reía cómo un poseso bajo la intensa lluvia. Sus ojos grisáceos fríos cómo el hielo, miraban hacia la ventana de los aposentos del príncipe con destellos de ira. Su hechizo será eterno.

Los años fueron transcurriendo y los ojos celestes cómo aguamarinas del príncipe permanecían en la más negra oscuridad. Aunque la expresión dulce de su cara, embellecía ese rostro de piel rosada y cabellera rubia cómo espigas de oro. Muchos eran los que llegaban de exóticos y lejanos países al pequeño castillo de piedras rosadas, que se alzaba en un promontorio rocoso en el corazón de Limousin, cerca de Brive para intentar deshacer el hechizo del Mago Cascapollas y, así casarse con el joven y bello príncipe durmiente... Pero ni reyes, ni grandes guerreros... Nadie podía conseguir romper el maleficio que el Mago Cascapollas conjuró en su día, loco de celos y furioso al ser rechazado por el príncipe para yacer con él... Sólo se conseguiría si un guerrero de alma pura y aún virgen tocase con su dedo del amor los labios carnosos del príncipe.

Y así fue cómo un día el joven Tristán, un jovial guerrero que disfrutaba de los amaneceres que vivía allí donde despertaba. Llegó ante el príncipe y quedó prendado hasta la médula de su belleza. Tristán aún no había conocido hombre. A pesar de ser un bravo guerrero apolíneo, de cabellera azabache y barba frondosa, aunque bien recortada, en la que le sobresalían unos carnosos y sensuales labios rosados... Vestía una corta malla plateada ajustada al cuerpo, que realzaba su pecho fibrado de tanto guerrear... Tristán quedó tan prendado de la belleza intemporal del príncipe, que al momento tuvo una enorme erección, marcándose de sobremanera en sus calzones de mallas azules. Lo que produjo en todos los allí presentes, un irrefrenable deseo de lamer y saborear tan suculento miembro viril.

Tristán se bajó las mallas azules ceremoniosamente y, con la mano cogió su largo y endurecido dedo del amor, que lucía radiante en su entrepierna, y lo alargó con autoridad a los labios carmesí del joven príncipe durmiente. Al roce, su alteza abrió los ojos instantáneamente, y con gesto majestuoso, cogió el dedo del amor que lo había vuelto a la vida terrenal, y se lo introdujo en la boca, succionándolo con inmensa lujuria  y deseo, acumulados por tantos años de abstinencia...

Al rato, se oyó un aullido felino de placer y, el dedo del amor del joven guerrero virgen, empezó a bombear a borbotones una caliente y espesa leche en la boca del príncipe que bebía el brebaje de la vida, con ardiente glotonería... El hechizo se rompió para siempre... Una fina lluvia de brillantes partículas de oro llenó la estancia en la que los demás guerreros allí presentes, masturbaban con frenesí sus grandes y endurecidos miembros viriles, mirando con tremenda envidia cómo el príncipe engullía en su principesca boca, el enorme falo del amor del varonil guerrero...

Jaume Serra i Viaplana.

Fotografía: Andrés Mauri.
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Modelo: Jaume Serra i Viaplana.

viernes, 4 de abril de 2014

Rabo negro


Azorado, huye de las primeras sombras de la noche. Escudriña con la mirada cualquier ruido de su alrededor. Sus ojos parduzcos están arrasados de lágrimas... - ¡ Joan... Martín... ¿Dónde estáis?... ! - rasga con sus palabras el silencio que se ha instalado entre aquellos inmensos árboles, pero nadie contesta. Se ha perdido en plena selva Amazona.

Hans-Michael es un joven arqueólogo alto, rubio, de rostro barbado y cuerpo fibrado tostado por el sol. Junto con otros dos colegas, han emprendido una expedición al sureste de la Amazonía peruana, para encontrar antiguos yacimientos arqueológicos. No es la primera vez que se desplazan por el Parque Nacional de Manú (Alto Purus). Tal vez por eso, Hans-Michael se ha confiado demasiado en su sentido de la orientación y se ha adentrado solo en la selva. La noche va cayendo cómo una fina lluvia de purpurina negra, engullendo lentamente todo. Hans-Michael se ha sentado en una roca. Su corazón está compujido, no sabe hacia que dirección ir... de pronto, ve dos puntos blancos levitando en la oscuridad. Poco a poco, va apareciendo detrás de ellos una silueta humana... Cuando se da cuenta que son los ojos de un cuerpo joven y fuerte, contiene la respiración y, empieza a andar con paso ligero hacia un claroscuro del bosque, bañado por una plateada luz lunar que se filtra a través de las grades copas de los árboles.

A pesar de su fortaleza física, le es complicado moverse con agilidad por esa espesa selva. De pronto nota una mano gruesa y callosa en su hombro. El miedo le bloquea y no puede dar ni un paso más... - ¡por favor, no me hagas nada !- Unos ojos llenos de destellos de ira se clavan en los parduzcos ojos de Hans-Michael... cuando se da cuenta está mojando sus pantalones... - por favor...- El indígena se lo queda mirando durante interminables segundos. Luego dirige su penetrante mirada hacia los pantalones mojados de Hans-Michael , esboza una tierna sonrisa de complicidad, que tiene un efecto balsámico en éste y se relaja. Entonces es cuando ve bien al indígena que tiene ante él. Es un hombre joven, de cuerpo musculado cubierto de una brillante piel canela, salpicada de un rizado bello de intenso azabache. Varias cicatrices recorren su cuerpo juvenil.

Su primitiva belleza masculina, produce en Hans-Michael tal excitación sexual, que no puede reprimir morderse el labio inferior hasta sangrar, al contemplar descaradamente con mirada de lujurioso deseo. El gran falo negro coronado por un rosado prepucio circuncidado. El joven es de una tribu que posiblemente sean de los últimos humanos no contactados. Van desnudos, tan sólo con unas guirnaldas de flores de colores en sus musculosos brazos y, un gran arco de madera con flechas.

Sin poder resistirse a sus deseos más arcaicos. Hans-Michael se arrodilla y, con su sedosa mano coge el falo del joven indígena y sumisamente empieza a lamer el rosado prepucio... Ante su sorpresa, el joven no se mueve y su polla empieza a crecer y endurecerse. Hans-Michael casi se atraganta con ése rabo que le llena toda su boca... saborea esa polla con frenesí. Siente cómo si buceara en el génesis del placer... ésa gruesa polla desprende un olor dulce y varonil... ése rabo lubricado, le crea tal adicción que no puede dejar de lamerlo y engullirlo hasta la mismísima garganta... El indígena, como buen semental, folla la boca de Hans-Michael sin compasión. Transportándolo a los albores de la humanidad, donde sólo cabe ser sumiso al macho dominante.

Hans-Michael aguanta como puede los envites de ése rabo negro en su boca. Hasta que de pronto las piernas del indígena empiezan a temblar y, en un espasmo que recorre su cuerpo, acompañado de un salvaje aullido. Empieza a derramar semen en la boca de Hans-Michael, que la va tragando como puede, para no ahogarse... Hans-Michael se había bebido la vida en copas de cristal de Bohemia y, ahora sólo deseaba ser la humedad que lubrica la piel de ése cuerpo varonil, que lo monta y posee cada noche a la luz de la luna.

Jaume Serra i Viaplana

Fotografía :Andrés Mauri. www.queerdarkphoto.blogspot.com
Modelo: Jaume Serra Viaplana.


miércoles, 12 de marzo de 2014

Culos para la nobleza

El Conde Capullin vivía en una mansión de dos plantas de estilo neoclasico, rodeado de un fantástico jardín donde reinaban varios sauces y algunos abetos, en otra zona apartada había otro jardín lleno de altos setos en forma de grandes falos. Cuando llegaba el buen tiempo y el jardín olía a primavera, luciendo el sol sobre el cielo azul que cubre París. El Conde Capullin y su amante el Marqués Lameculo, disfrutaban de un modo muy especial de su "jardín de los culos".

Capullin era alto, fuerte con el cabello rubio oscuro y ojos casi verdes con unas manos fuertes y callosas de tanto masturbarse. Era un seductor y un "bon vivant". Su debilidad era tomar el postre directamente del trasero de hombres jóvenes y guapos, pero sin verlos ni que le vieran. Con voz lasciva pero de tono pastoso, había bebido y olía mucho a alcohol. Mandó que los criados más jóvenes se quitaran los calzones y pusieran sus culos desnudos en sendos agujeros redondos, que había en una larga valla de madera en el centro del jardín de los setos de falo.

El Marqués Lameculo era el probador de culos. Rubio, alto, galante y refinado. Se puso al lado del Conde Capullin y juntos empezaron a pasar revista a los culos que en formación salían por los agujeros de la valla de madera... Los ojos del Marqués tenían destellos de infinita lujuria...

Sin mucha convicción acarició el primer culo. Arrugó la nariz y, con una mueca de desagrado le dijo al conde que era demasiado "fofo"... El segundo lo acarició un poco más, le dio unas palmaditas y la piel blanquecina se volvió rosada. No convencido del todo, metió el dedo en el culo. Al instante, se oyó un grito - ¡hijo de puta! - luego lo sacó, se lamió bien el dedo y, decidió que al Conde tampoco le gustaría... El tercero era un culo rosado de un joven sirviente de figura frágil, casi etérea. Al Marqués le empezaron a brillar los ojos de una forma especial. Inflamado de deseo, incó las rodillas en el suelo y se emocionó cómo si estuviese ante una aparición divina, al tener ése culito ante sus ojos.... El Conde miró a su amante, el Marqués, dedicándole una lasciva mirada de complicidad.

El Marqués se derretía al mirarlo. Con sus refinadas manos separó tanto como pudo las nalgas del joven sirviente. Ante él quedó al descubierto un bonito orificio anal. Sacó su húmeda lengua y empezó a lamer aquel agujero rosado, intentando meter la lengua lo más adentro posible... Excitado, empezó a besar aquel orificio tan exquisito y sabroso.... Cuando el Marqués besaba un culo, lo hacía con pasión, con mucha pasión. Todos sus sentidos se revolucionaban, el gusto, el olfato, el tacto... cada uno de ellos le producía una reacción química y emocional. Al combinarse las reacciones le llevaban a un estado mental y sexual indescriptible... El Marqués seguía apretando con fuerza las nalgas del siervo y, después del beso apasionado en el ano, se lo mordió hasta hacerlo sangrar.

El Marqués Lameculo llamó a uno de sus criados que llevaba una bandeja de plata rebosante de crema catalana, hecha por un afamado repostero barcelonés. Y con sus hábiles manos empezó a untar el enrojecido e irritado orificio anal del joven sirviente... Los ojos del Conde Capullin se llenaron de destellos de deseo... - éste sí Conde - ...Y el Conde se arrodilló y, empezó a comer con voracidad y glotonería la suculenta crema catalana... Excitado por los jadeos del joven siervo. El Marqués notó cómo su miembro viril se inflamaba y lubricaba viendo a su amante comer en el culo del criado y empezó a masturbarse con frenesí...

El Conde Capullin había empalmado al recordar esas tardes con su amado en el jardín de los culos. Incluso en éste momento tan delicado en que la hoja de la guillotina baja inexorablemente. A los pocos segundos su cabeza rueda por el suelo hasta chocar con la del Marqués, haciendo una carambola con ésta que cae en la cesta de mimbre... Su joven siervo nota una gran erección dentro de sus calzones, al contemplar aquel espectáculo de borrachera sangrienta. Saca su polla y empieza a pajearse ante las dos cabezas... La revolución francesa ha comenzado.

Jaume Serra i Viaplana

Fotografía : Andrés Mauri.  www.queerdarkphoto.blogspot.com
Modelo     : Jaume Serra Viaplana.

domingo, 2 de marzo de 2014

Enculadas en comisaría


El sol parece querer filtrarse entre unas nubes altas que corren a través del cielo de Barcelona. Comienza a anochecer. Hace ya un año que ha acabado la guerra y los fascistas españoles han implantado el estado de terror en el país. Por los sótanos de la Jefatura superior de Policía de Vía Laietana circulan diariamente decenas de catalanes. Muchos de ellos desaparecen para siempre.

Lluc, joven republicano catalán, de pelo precioso, de un castaño tan claro que es casi rubio y ojos grandes almendrados, permanece sentado en el suelo del sótano de la Jefatura de Policía abrazando las rodillas contra el pecho mientras llora. Hace un  rato que Manuel, un militar golpista alto, robusto, de ojos negros y aspecto fiero se había abandonado sobre él abofeteándolo hasta hacerle caer al suelo. Al tiempo que le arrancaba la ropa, mientras aquellos ojos negros, tan fríos como el hielo, repletos de ira hacia él lo miraban con lujuria enfermiza... a continuación, lo empujó hasta tenerlo sobre una mesa de madera carcomida llena de sangre pegajosa donde abriéndole las piernas, le metió sin miramientos el puño y parte de su brazo por el culo. Produciendo un desgarro en el agujero de su ano.

Al poco tiempo de salir Manuel, entran dos hombres de camisa blanca medio desabrochada, enfundados en sendos trajes negros. Sin mediar palabra, uno de ellos le propina a Lluc un puntapié  en medio de la cara. Lluc siente el sabor metálico de la sangre en sus labios. Ante la visión de ése viscoso líquido rojo, los dos policías se excitan en sobremanera. Sus braguetas empiezan a abultar bastante. Aumentando a medida que le van pegando con una porra de caucho en la cabeza. Lluc intenta protegerse con las manos. Uno de los polis parece especialmente enfurecido. El aliento le huele  a coñac y, se mezcla con el hedor que desprenden sus axilas cada vez que levanta el brazo para golpearle.  - ¡ Habla, hijo de puta, habla ! - le grita enfurecido, como fuera de sí... Lluc sólo puede dejar escapar aullidos que suenan infrahumanos.

Cuando Lluc se ha recuperado un poco, ha vuelto a entrar Manuel. sin siquiera mirarlo se quita la americana de oficial del ejercito nacional, la cuelga  en uno de los clavos que hay en la pared y, de pronto empieza a golpearlo. Después de varios puñetazos, Lluc se desmaya. Vuelve en sí al sentir que se ahoga. Los dos policías a las órdenes de Manuel, le están metiendo la cabeza en un barreño lleno de agua sucia, repitiéndolo varias veces. Al cansarse de ello, le atan las manos con una soga que le despelleja la piel y lo cuelgan de un gancho que prende del techo. Con los brazos hacia arriba, desnudo y sujeto sólo por la cuerda que enlaza sus manos. Lluc siente un inmenso dolor en todo su cuerpo amoratado. Sus gritos de dolor resuenan en el lúgubre sótano. Uno de los policías se acerca a Lluc con algo en las manos. Lluc al instante grita cómo un animal malherido, cuando siente unas pinzas al hierro vivo apretando sus pezones. Los gritos desgarradores de dolor, excitan de tal manera a los tres policías, que  se sacan sus  tiesos y duros rabos tremendamente lubricados. Y uno a uno, violan a Lluc sin compasión. A la vez que van profiriendo contra él, toda clase de vejaciones.

Al cabo de unas horas, Lluc se despierta en el frío suelo de la celda. Su cuerpo está hecho un ovillo encima de un charco de su propia sangre. Por  su cuerpo se desliza el semen de los tres policías. Lluc está inmóvil, ni siquiera se atreve a llorar... El pecho le arde y se pregunta si aún conserva los pezones... El dolor de carne quemada y semen lo llena todo...

Jaume Serra i Viaplana.

Fotografía : Andrés Mauri. www.queerdarkphoto.blogspot.com
Modelo     : Jaume Serra i Viaplana


jueves, 30 de enero de 2014

Puto dominante


¡Sí!... sí... ¡Vamos puto, fóllame!... OOOHHH... ¡Por Dios!... que rabo tienes hijo de puta....UUUMMM... lo quiero todo dentro... todo... venga puto, para eso te pago...

Michael es un cuarentón enjuto de cuerpo. Su rostro delata el paso del tiempo, ya que se asoman en él las primeras líneas en las que se lee el olvido. A pesar de albergar aún cierta belleza, siempre ha preferido ser seducido a seductor. Por eso le gusta pagar a guapos chaperos de grandes rabos, para que de vez en cuando le destrocen el culo con sus salvajes envestidas sin tener que perder el tiempo intentando ligar por ahí. Y ahora menos que nunca, ya que hace poco que se ha casado con Nathan, un joven judío sefardita al que la genética hizo horas extraordinarias con él, con su metro noventa de estatura, rubia melena, ojos azules y facciones suaves.

Ante él, Patrick. Un  mulato de rizado pelo azabache que desprende aroma de soul y ritmo tropical de sugerente voz profunda y melodiosa. Ejerce la prostitución en un pequeño apartamento del barrio marinero de la Barceloneta desde que llegó de su Brasil natal, atraído por un amor catalán. Intenta poder tener una erección lo suficientemente dura, para follarse a Michael sin problemas. El cual ya está impaciente para que ése largo y grueso pollon que ofrece Patrick por unos cuantos euros, le parta su caliente culo vicioso. Patrick va magreándose la polla, que poco a poco se va endureciendo y alargando. A la vez que con autoridad hace que Michael se ponga boca abajo en la cama a la que después le ata con unas correas de cuero. El cuerpo de ése ejecutivo californiano de telecomunicaciones que ha venido a Barcelona para el Mobile Word Congress atado a la cama, con su camisa blanca de Armani desabrochada y su culo de piel rosada en pompa, suplicándole que se lo folle sin compasión, produce en Patrick el morbo suficiente para que su polla reaccione con chulería endureciéndose cómo una piedra.

A pesar que Michael se considera un "Macho" lo que para él significa tener dinero y ser sexualmente dominante, sólo llega a una verdadera eclosión de sensaciones cuando un desconocido con el rostro cubierto con una máscara piel negra, le somete salvajemente a su placer, vejándole con altanería a la vez que lo posee con su enorme rabo. 

Michael tiene el cuerpo dolorido y enrojecido, pero está inflamado de deseo por ser sodomizado por esa polla. Y le suplica sumisamente : - Por favor, fóllame ya... - . Patrick deja escapar una sorna sonrisa : - Mira cabrón, aquí el que manda soy yo. Te follaré cuando me salga de los cojones... pero no te preocupes hijo de puta, eso también te gustará... - . Y le introduce en el culo una gruesa vela roja, quedando como una vela de aniversario. Luego la enciende y sale de la habitación para hacer una mamada a otro cliente, que se excita oyendo los gritos de dolor de Michael, cada vez que la cera derretida llega al orificio de su enrojecido ano.

Como un turista más, Nathan, mata las horas paseando por la vieja judería barcelonesa, de donde su familia tuvo que marcharse hacía quinientos años. Entre sus meditaciones, pasan las horas lentamente hasta que su pobre marido salga de ese tedioso congreso de móviles en el que ha estado todo el día.

Jaume Serra i Viaplana.

Fotografía : Andres Mauri. www.queerdarkphoto.blogspot.com
Modelo     : Jaume Serra i Viaplana.

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