domingo, 13 de mayo de 2018

Orgía de Sementales



Los mozos de caballeriza desnudan completamente a Simón, y a otras "yeguas", y les ponen una capucha que les cubre los ojos...



Una tenue luz amarillenta invade el local cuando los "sementales" empiezan a entrar. Las yeguas están ya desnudas y a merced de ellos. El corazón de Simón se acelera, sabe que todos ellos puedes usarlo sexualmente como les parezca, por eso ha elegido la capucha de color rojo. Aunque le tranquiliza saber que si desea retirarse de la reunión, los mozos de caballeriza lo sacaran de allí inmediatamente. Está excitado, y muy cachondo... Se reclina en uno de los gruesos colchones de cuero negro que hay repartidos por el local arqueando sus piernas bien abiertas para exhibir mejor su polla erecta... Al rato, los jadeos empiezan a impregnar el ambiente. Fácilmente puede haber ya más de cien personas follando. Es toda una exaltación del erotismo masculino más primitivo. Aquí vienen a poseer o a ser poseídos, a imponer su voluntad o a anularla por completo.

Simón nota el roce de varios cuerpos desnudos a su alrededor,  y de pronto, unos fuertes brazos le cogen por detrás. Es un semental robusto de pelo en pecho. Simón se pone sumisamente a cuatro patas, y el semental, después de darle unos azotes en sus blanquecinas nalgas, empieza a lamerle el orificio anal... nota un aliento caliente y denso... al momento, una lengua húmeda y áspera recorre la piel de su ano... no puede oprimir los gemidos... un fuerte olor a orina y semen llena de pronto sus fosas nasales, y sin más, nota en sus labios la presión de una gruesa verga que se introduce con autoridad es su boca. La engulle como puede para no ahogarse... Este nuevo semental empieza a follarle la boca a la vez que el otro sigue follándole el culo... Simón goza como nunca... El semental de complexión robusta que le lame el culo, se levanta, y lo penetra sin compasión. Simón aguanta el dolor sumisamente, mientras éste le enviste cada vez más fuerte... el otro macho, sigue follando su boca... Los dos sementales se inclinan por encima del cuerpo de Simón y, se besan con lujuria... Unos espasmos recorren sus cuerpos, y se corren al unísono dentro de Simón, llenándolo de caliente y espeso semen... A su alrededor, otros sementales montan a yeguas enmarañados unos y otros en rítmicas danzas sexuales...

Al momento de irse los dos sementales que se han deslechado con él. Otro macho de espesa barba y larga cabellera dorada, se acuesta a su lado y, se  echa sobre él... boca con boca, manos con manos... El semental le abraza con fuerza contra su musculado pecho y lo empala con su larga polla, que se desliza suavemente hacia el interior del agujero de su culo aún lleno de leche del otro semental. Simón se mueve con ritmo para pajear con su culo, ese  duro y grueso rabo al que está empalmado... De pronto, un chorro de leche cae sobre ellos, es de un macho que se corre haciéndose una paja mirándolos...

Otro semental con la polla endurecida a rabiar, se acerca a ellos y, haciendo casi equilibrios, hunde también su rabo en el culo de Simón... las dos pollas están dentro del mismo orificio anal, que se rasga levemente... Simón goza cómo una perra... Los tres se mueven sensualmente en un 
juego sexual fascinante. La transgresión de todas las convenciones del deseo los lleva al climax. Simón está ávido de leche, como buena yegua, quiere deslechar a sus sementales, pero no tiene prisa. Sabe que la noche es larga, seguro que aún tendrá 10 ó 12 sementales más que lo montarán. Aunque cegado por la capucha, no sabe cuántos de ellos han sido repetidos... Las dos pollas siguen hundidas en su culo preñándolo... el otro semental se corre en su boca sin más, en medio de un sonoro aullido...

Jaume Serra i Viaplana

Fotografía: Andrés Mauri
Modelo: Jaume Serra


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