lunes, 29 de agosto de 2016

Puto Cachondo


 Puto Cachondo

Nathan está tendido sobre unos billetes en el caro sofá de piel de su casa masturbándose. Se recrea lentamente en el placer de acariciar suavemente con los largos dedos de su mano, la gruesa y hermosa polla oscura que le nace entre su frondosa mata de pelo castaño, flanqueada por unos muslos fuertes de suave piel bronceada. Verdi suena a todo volumen en los altavoces de su comedor, ya en penumbra.

Nathan se siente excitado. Siempre le ha puesto cachondo que esos ricos le den un fajo de billetes por follar con él. Tiene claro que a todo el mundo le pagan por su trabajo. Así funciona la economía mundial. Con lo cual, él como buen actor sexual, se convierte en el Apolo privado que el cliente quiere. Y siempre, después del servicio siempre se ducha para quitarse cualquier resquicio de ellos y, como un ritual, se masturba encima de los billetes que le han dado. Sin duda en ello hay algo de venganza de clase... En estos momentos está ya tan empalmado que su polla rezuma virilidad por todos sus poros... con la otra mano se acaricia el pecho desnudo sintiendo el tacto de sus tetillas... sus jadeos ahogados por Verdi, son cada vez más profundos y continuos...

Aunque para él el cliente es sólo un cajero automático. Sin darse cuenta, se le forma una sonrisa en la comisura de sus labios al pensar en el hombre de piel velluda con aroma masculino y pelo oscuro con vetas plateadas, que acababa de irse.... No era una belleza cómo él, pero su sonrisa tierna e ingenua, y sus rasgos interesantes, le daban un aspecto de seductor nato. Por primera Nathan ha buscado la boca de un cliente para besar sus labios con pasión real. Este, sin proponérselo ha conseguido que Nathan transforme su sexo automático, aunque profundamente profesional. En algo natural y ardiente, haciendo que gocen de verdad los dos... Nathan se excita con la imagen de ese hombre, su mano empieza a masturbar su polla a un ritmo más acelerado... su capullo circuncidado se lubrica de líquido seminal...

Por extraordinario que a él le parezca, hoy no ha tenido la necesidad de ducharse después de irse el cliente. En sus fosas nasales y en su cuerpo, aún tiene impregnado el olor a macho de su cliente. Pero aún le produce mucha más excitación, recordar como ese hombre de mediana edad y complexión fuerte. Le ha echo tocar el cielo por primera vez en su vida. Y eso lo ha trastornado mucho.

Sin el darse cuenta, el cliente ha pasado a ser toda una arma de placer para él. Nathan ha perdido el control de la situación y se ha dejado hacer... En un momento dado, el cliente lo ha tendido boca abajo con mucha ternura y, ha empezado a lamer lujuriosamente su espalda hasta llegar al orifício de su fuerte y duro culo, que ha humedecido pausadamente con la lengua cómo si lo esculpiera... Luego ha hundido con delicadeza su duro miembro viril en el lubricado ano. En ése momento es cuando Nathan ha perdido la poca voluntad que le quedaba y, sumisamente se ha dejado cavalgar por unos interminables embestidas de su macho, que al final, abrazado estrechamente a Nathan, lo ha fecundado derramando un gran chorro de denso semen masculino, en sus entrañas... Nathan se ha sentido cómo si lo desvirgaran por primera vez.

Nathan se acaricia el terso vientre, y piensa que le encantaría que ese hombre de ojos de un negro profundo, lo hubiese preñado. Y empieza a masturbarse frenéticamente pensando en todo lo que le ha hecho y lo que ha sentido. Hasta que en medio de intensos jadeos. Su gran polla se corre espectacularmente salpicando la tersa y suave piel de su torso desnudo de caliente leche blanca...

La luz de luna que entra por la cristalera hace brillar su piel.

Jaume Serra i Viaplana

Fotografía : Andrés Mauri
Modelo      : Jaume Serra

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