martes, 7 de junio de 2016

El lago de las pollas gigantes


Un guapo joven con el cuerpo atado con cuerdas completamente desnudo, yace sobre el suelo de cristal. La piel blanquecina de perfilado cuerpo fibrado está enrojecida y salpicada de oloroso y espeso semen de multitud de corridas.

Amanece, y los destellos dorados del sol se reflejan en el lago. Con el paso de las horas, sus aguas se convertirán en turquesas, esmeraldas... Un gris plomizo cubre la zona más profunda donde habitan los sátiros en un palacio de cristal sumergido. En las noches que la niebla cubre el lago dándole un aire fantasmagórico. Estos sátiros ascienden desnudos a la superficie para seducir a los hombres que incitados por el morbo y la lujuria se dirigen a las orillas del lago en busca de sexo. Las víctimas, son seducidas por estos hombres de agua que exhiben con posturas provocativas sus varoniles cuerpos dotados de gruesos y largos falos serpenteantes. Cuando los solitarios jóvenes se acercan a ellos para tocar esos majestuosos penes gigantes quedan atrapados por una fuerza abismal que los arrastra a las profundidades del lago, para ser sodomizados en los túneles del palacio de cristal. Poco a poco, Saúl va volviendo en si. Cuando se percata que está atado, recuerda la perversa noche de desenfreno sexual pasada con los sátiros... el brillo vuelve a sus ojos color miel, en una actitud voluntariamente provocadora. Él también sabe como despertar pasiones desbocadas y, mira desafiante a un sátiro joven y robusto, que juguetea con su polla enrojecida, provocando en Saúl una excitación permanente que se extiende por todos los poros de su piel.


El sátiro se frota viciosamente su serpenteante rabo mientras contempla con lujuria esos dos ojos como perlas negras de mirada brillante y encendida del joven atado, que lo incita con la mirada. Su cabello castaño sedoso le da un atractivo especial... Saúl le mira con miedo y deseo. Una leve sonrisa, una bocanada de oxígeno, asoma en su boca. Tiene el cuerpo dolorido, pero quiere volver a ser castigado sin piedad por la polla de ése sátiro dominante y pervertido, todo un hechicero de placer, que durante horas le ha destrozado el culo la pasada noche. Y si es posible, que también se lo follen otra vez todos ésos otros sátiros, que con la piel sudorosa y bien empalmados, se dirigen hacia su nuevo juguete sexual, él.

El sátiro propina dos cachetes al duro y compacto culo de Saúl, que en pompa se ofrece sumisamente a ése rudo y varonil hombre de agua. Que hunde sin miramientos dentro del enrojecido e irritado orificio del glotón culo de Saúl, su insaciable y gigante pene, empieza a cabalgar con autoridad... Saúl, de rodillas y atado con una gruesa cuerda, gime de placer deseando que ese momento de placer perdure eternamente, sodomizado hasta la eternidad… Otro sátiro excitado, abre con violencia la boca del muchacho y, después de escupir en ella, le introduce su gruesa y caliente verga, llenándole la boca por completo. Al momento empieza a follarla... Los dos sátiros sodomizan el cuerpo del joven con brusquedad y vicio.
A la vez que otros empiezan a masturbarse alrededor de él...
En el palacio de cristal se inhala un embriagador aroma de semen cargado de erotismo y perversión... "Toma puta"..."Toma polla"... En un instante eterno, los sátiros empiezan a jadear fuerte y ansiosamente. Sin más, el sátiro que está follando a Saúl, da una fuerte y brusca envestida al irritado y húmedo culo y, se corre en él dejando en sus entrañas un inmenso y viscoso chorro de semen... casi a la vez, el otro sátiro se corre en su boca... Saúl tiene que tragar cómo puede ésa espesa leche para no ahogarse, sin poder evitar que se desborde por la comisura de sus torturados labios... El grupo de hombres de agua que se masturbaban mutuamente observando la escena se corren casi al unísono encima del cuerpo de Saúl...


El palacio de cristal se inunda de un intenso y fresco olor a semen... Saúl vuelve a estar nuevamente lleno de lechadas por todo su cuerpo...

Jaume Serra i Viaplana.
Fotografía: Andrés Mauri.
Modelo: Jaume Serra.

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